Nuestro Castillo de Naipes financiero.
¿Qué pasó con el “El Castillo de Naipes financiero” sobre el cual está la esperanza de nuestro futuro?
¿En qué momento sucedió? ¿Qué provocó todo esto? Yo necesitaba saber quién era el causante y de inmediato pedir una explicación.
Claramente no entendía lo que estaba sucediendo, yo nunca me interesé por los manejos, nunca pregunte, nunca cuestione, jamás me involucre, delegue totalmente mi responsabilidad y aquí estaba yo.
Los ingresos familiares comenzaron a disminuir, algo normal en el tipo de empleo que teníamos en ese momento, nada grave pensaba yo; comencé a ver a mi esposo con síntomas de estrés bastante altos, insomnio frecuente, llamadas insistentes hasta altas horas de la noche que lo ponían bastante incómodo y aunque pregunté la respuesta evadiendo el tema era frecuente…
Hasta que el día llegó, mi esposo no aguantó más y en una reunión que duró más de 5 horas en nuestro apartamento decidió abrir su corazón y contarme todo lo que estaba sucediendo. Lleno de temores sobre mi reacción frente a la realidad y las decisiones que yo podía tomar. Todo esto había hecho que él cargara durante 2 años el huracán financiero que vivíamos en silencio.
No les puedo negar que fue como un balde de agua de 1.000 litros que cayeron en cascada sobre mí en ese momento, vinieron todo tipo de recuerdos de situaciones familiares de mi niñez, así que le dije a mi esposo: “juntos vamos a salir de todo esto” ahora todo era distinto, tenía que involucrarme, saber cual era nuestra situación actual, comenzar por poner en evidencia las raíces de todo esto, descubrir juntos el ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? y tomar planes de acción conjunto.
Analizar nuestra situación financiera
- ¿Cuál es la situación?
- El por qué
- Durante cuánto tiempo
- Plan de acción
Acoso, amenazas, escasez, enfermedad, falta de dinero para cubrir los gastos básicos, preocupación, la paz y la tranquilidad familiar se esfumó. Nuestros hijos estaban teniendo que pasar tal situación no poder descansar buscando la manera de solucionar la más horrible crisis había sido evidente en nuestra familia en ese momento ya éramos cuatro los integrantes.
Un cambio de apartamento fue una de las primeras decisiones financieras donde buscábamos traer alivio a nuestra vida familiar y financiera; pero por el contrario la situación comenzó a salirse de control… Oh por Dios!! Las amenazas en contra de mi esposo eran más frecuentes y la desesperación se apoderaba de cada uno de nuestros días, buscar dinero, ingresos y darle una solución a esta situación lo más pronto posible.
El divorcio la decisión más fácil.
En Colombia entre el primero de enero y el 31 de marzo del 2019, se registraron 11.670 matrimonios y 3.295 divorcios en toda Colombia, según datos de la Superintendencia de Notariado y Registro (SNR).
Es alarmante el número de divorcios, pero aún más es cuando vemos que muchos de ellos tienen que ver con dinero. Sería necio pensar que no tiene nada que ver un tema con el otro, pero definitivamente están relacionados aunque en un principio no pasó por mi cabeza tomar una decisión como esta porque con el paso del tiempo entendí que fui igualmente responsable de esta situación que mi esposo; la pasividad y el silencio es igual de nocivo que quien toma decisiones erradas con el dinero.
Llegamos al momento trascendental de tomar decisiones y lo primero que acordamos es que sería yo quien se encargaría de administrar los recursos y sería nuestro punto de partida para comenzar a diseñar nuestro plan familiar de salida de la quiebra. Mi frase de batalla “ prefiero vivir 2 años muy ajustada que 10 años endeudada” y así fue.
Un proceso que pensé que sería fácil, pero no fue así. Tuvimos momentos de desfallecer, de no seguir, de caminar y no ver ningún resultado llegamos a pensar que nada valía y que nunca podríamos salir de todo. La crisis trajo cansancio emocional, físico y mental, trajo caos a nuestras relaciones y honestamente pensamos que no podríamos superarlo.
Es imposible superar el caos si comenzamos mirando el exterior sin evaluar el interior y esto comenzó en nuestro tiempo con Dios… El hizo la diferencia, así comenzamos a ver en el interior de manera individual que había en nosotros que no nos permitía ver y reconocer que estábamos siendo malos administradores.
Solo cuando reconocemos damos ese paso tan importante de tanta trascendencia para una sanidad y lo más importante una libertad financiera integral.
Cuéntame con qué pasos iniciaste.